martes, 31 de marzo de 2009

Los veteranos de “La gran evasión” vuelven a Stalag Luft III 65 años después

Los pocos supervivientes que protagonizaron la escapada más popular de la II Guerra Mundial reviven su experiencia en el campo de concentración donde tuvo lugar. Hollywood hizo de esta historia un mito en 1963 con la película “La Gran Evasión”, protagonizada por Steve McQueen. A pesar del paso del tiempo, la fuga sigue rodeada de aspectos desconocidos y errores históricos que el cine petrificó en la historia.

Trailer original de "The Great Scape" (1963)

Por Alejandro Parrilla (ActaDiurna en CeroPretensiones)

Algunos de los supervivientes y antiguos combatientes del Ejército aliado han celebrado el 65 aniversario de la célebre fuga. La intención de este acto es recordar a los soldados muertos en la huida y no permitir que la realidad de esta historia caiga en el olvido, más allá de la visión dada por el cine americano. Su popularidad se debió a su magnitud y el desafió que suponía a los campos de concentración “antifugas” del ejército alemán. La fuga fue un éxito para los especialistas en escapismo del Ejército aliado. Por ello, distintos medios se han hecho eco de esta noticia: tanto medios de pago (ElPaís), como medios gratuitos (por ejemplo;20 minutos).

Alfie Fripp, Reg Cléber, Andrew Wiseman y Frank Stone, veteranos aviadores de las Fuerzas Aéreas Británicas (RAF) volvieron a Stalag Luft III para recordar y revivir los hechos del 24 de marzo de 1944. Sus nombres son desconocidos para la mayoría del público. Sin embargo, uno de los supervivientes, Paul Brickhill, decidió escribir un libro contando sus experiencias en el campo de concentración. El libro fue la inspiración que dio lugar a la famosa película “La Gran Evasión” (1963) dirigida por John Sturges. Su éxito ayudó a conocer mejor el suceso y nombres tan importantes como Jimmy James y Davey Jones (héroes de la II Guerra Mundial en los que se inspira el personaje de Virgil Hilts.

“Regresar ha resultado muy emotivo, es la primera vez que vuelvo desde la Guerra”.
Frank Stone, Superviviente en Stalag Luft III

La Historia de la “Gran Evasión”
Todo transcurrió en el campo de concentración Stalag Luft III que los alemanes tenían en Polonia. Este campo se creó especialmente para acoger a los prisioneros que realizaran las Fuerzas Aéreas Alemanas (Luftwaffe). Goering construyó este recinto en 1942 con la idea de ser un lugar en el que fuera fácil entrar pero imposible salir.

Campo de concentración Stalag Luft III

Como consecuencia de las medidas de seguridad, los prisioneros tomaron las fugas como un entretenimiento para poner a prueba la seguridad del campo. Sin embargo, al ver la posibilidad de que la fuga pudiera ser una opción real, los prisioneros crearon la Organización X y un Comité de Fugas, para analizar proyectos de futuras escapadas. El encargado de dirigir toda la organización escapista era el comandante Roger Bushell. Se llegaron a escavar unos 100 túneles, muchos de ellos eran cepos para que los guardias no sospecharan de aquellos que los soldados utilizarían para escapar. Sin embargo, estos “túneles cepos” generaban el castigo de sus constructores en estancias de aislamiento, conocidas entre los prisioneros como Cooler. Los túneles se construían durante la primavera y el verano. El frío del invierno helaba el suelo e impedía su excavación. Por ello, durante el invierno, los soldados se dedicaban a la falsificación (cartillas de identidad, salvoconductos), cartografía (elaboración de mapas), etc.


Los túneles destinados para la fuga eran equipados con bombas de aire, tuberías de ventilación, electricidad, e incluso, vagonetas de madera para transportar a los excavadores al otro extremo. Los tres túneles que pasarán a la historia por su utilización en la “gran evasión” fueron los llamados “Tom”, “Dick” y “Harry”. Cada uno cumplía un papel específico en la huida: “Tom” era el túnel principal, “Harry” era el de reserva y “Dick” estaba destinado a ser descubierto por los alemanes para que no sospechasen del resto. Tras el descubrimiento de “Tom”, los prisioneros se centraron en “Harry” que sería el utilizado finalmente para la fuga. Harry era un túnel que cubría una extensión de 106 metros de largo y que transcurría a 8,6 metros bajo tierra.


Representación del túnel Harry


La huida comenzó sobre las 22:30 de la noche del 24 al 25 de marzo de 1944. Sin embargo, los fallos a la hora de determinar la longitud de la galería subterránea originó que se modificasen algunos aspectos de la escapada. Harry se construyó unos metros más corto de lo pensado, lo que provocó que la salida del túnel se encontrara a 10 metros de los árboles que debían ocultar a los prisioneros. Ello provocó la reconstrucción del plan, ya que ahora debían de coordinar la escapada con las guardias de los soldados alemanes y desechar la posibilidad de que pudieran huir 220 prisioneros.


En un principio se planeó que escapen 100 personas. Cuando la fuga fue descubierta por los Goons (como llamaban los aliados a los guardias alemanes) a las 4:55 horas, ya habían cruzado el túnel 87 soldados. 11 personas se entregaron rápidamente, por lo que no fueron contados como prisioneros. De los 76 que intentaron escapar, 50 de ellos fueron fusilados y otros 23 fueron detenidos. De tal manera, que sólo tres combatientes lograron escapar de Stalag Luft III.


Al conocer la fuga en masa, Hitler ordenó una ejecución sumarial bajo la conocida como Orden de Sagan. Tras la Guerra, los participantes en las ejecuciones fueron juzgados por un tribunal militar británico en 1947. De los 18 imputados, cuatro fueron condenados a largas penas de cárcel mientras que los 14 restantes fueron condenados a pena de muerte. A pesar de estos fusilamientos, algunas fuentes consideran que los verdaderos autores de las ejecuciones fueron Heinrich Müller (Jefe de la Gestapo cuya muerte es aún hoy un misterio) y Arthur Nebe (Jefe de la Kripo, muerto tras su participación en el intento de asesinato a Hitler).


La película de la “Gran Evasión”
Esta película, dirigida por John Sturges y protagonizada por Steve McQueen, ha sido elegida en numerosas ocasiones como representante del cine bélico. Sin embargo, otros entendidos califican la película como ejemplo de los films de aventuras por la descripción de las peripecias de los soldados, más allá de su ubicación histórica o bélica. Desde el punto de vista histórico, una de las principales críticas es la inverosimilitud en la benevolencia de las condiciones del campo de concentración. Otro de los aspectos alejados de la realidad es la inclusión de soldados estadounidenses (intencionadamente introducidos por la productora para acercar el suceso al público americano). Además de lo citado, existen numerosas curiosidades sobre la película.



Making Of de “The Great Scape”






lunes, 23 de marzo de 2009

La nueva película de Amenábar reabre el debate sobre la fidelidad histórica del cine

Alejandro Amenábar presentará en otoño de 2009 su nueva película “Agora”. Su ambientación histórica en el Egipto del siglo IV d.C reabre entre los historiadores la duda sobre la fidelidad del film con respecto a la realidad. Las incorrecciones de los precedentes fílmicos y sus millonarias recaudaciones muestran la dicotomía en la que se centra el debate entre historiadores y productoras.


El centro de la polémica se encuentra en la intencionalidad de dichas películas. Por un lado, lo productores reclaman los textos históricos como base para el desarrollo de una historia de libre interpretación. Su postura se basa en el hecho de que, en su mayor parte, los restos literarios y pictóricos en los que se basan las películas tienen gran parte de leyenda, como es el caso de la Iliada en la que se inspiró Hollywood en 2004 para estrenar “Troya”. Por otro lado, los historiadores muestran su enfado ya que las productoras presentan estas películas como fiel reflejo de la realidad, sin especificar que se encuentran repletas de errores históricos.

“Nuestra intención es devolverle la vida (a Egipto) con un enfoque hiperrealista” para intentar que “los espectadores vean, sientan y huelan una civilización remota como si fuera su propia realidad”. Alejandro Amenábar, Director de cine.

Declaraciones como las del director español y eslóganes de películas, como la de “Munich” de Steven Spielberg en 2005, muestran la intención de Hollywood de presentar ante el espectador una realidad filmada (Eslogan de “Munich”: El mundo vió en 1972 cómo 11 atletas israelíes eran asesinados en las Olimpiadas de Munich. Ésta es la historia de lo que pasó después). A pesar de las posibles intemporalidades que presentan estas películas según los expertos, su resultado en taquilla son más que positivos. Más allá de las películas de “Espartaco” (S.Kubrick, 1960) o “Cleopatra” (J.L. Mankiewicz, 1963); la nueva generación de superproducciones históricas comenzó en el año 2000 con la película “Gladiator” de Ridley Scott. Una película cuyo coste no superó los 103 millones de dólares, recaudando 187 millones de dólares en taquilla. Su rentabilidad abrió las puertas a nuevas superproducciones (como por ejemplo, “Troya” que costó 175 millones de dólares y el “Reino de los cielos”, cuya cifra asciende a los 130 millones), con numerosos errores históricos.

Los expertos se mueven entre dos posturas ante este tipo de películas: la crítica férrea y el aprovechamiento del cine para dar importancia al estudio de la historia, en decadencia dentro de las universidades.

Crítica
Según los historiadores existen dos problemas que impiden ver las películas históricas como reales a pesar de que las productoras las presenten como tales. El primer problema se debe a los ya comentados errores históricos :

GLADIATOR (R. Scott, 2000): Una película que empieza y termina en un invento histórico cinematográfico. La película comienza con el asesinato de Marco Aurelio (121-180 d.C) por su hijo Aurelio Cómodo (161-192 d.C) con la intención de hacerse con el poder. Sin embargo, en la realidad, no sólo Marco Aurelio murió por causa de una enfermedad sino que aseguró el poder de su hijo nombrándole César en el año 166 d.C y compartiendo ambos el poder hasta el año 177 d.C.

TROYA (W. Petersen, 2004): Más allá de que se pueda ver un avión sobre la cabeza de Aquiles o un reloj en un soldado heleno, la historia presentada por Hollywood se desvía en más ocasiones de la epopeya del rapsodo Homero. Un ejemplo es la relación entre Aquiles y Patroclo, presentada cinematográficamente como una relación entre “primos”, mientras que en los versos de Homero se muestra una relación de amantes. Otros ejemplos son la muerte de Aquiles o Ajax: Aquiles nunca entró en troya, a pesar de que la película sitúe su muerte en un jardín de la ciudad. Ajax, a pesar de su espíritu guerrero, no muere luchando sino que se suicida tras un momento de locura.

Fotografía: avión en la película “Troya”

BRAVEHEART (Mel Gibson, 1995): En este caso no sólo se producen inexactitudes en cuanto a los personajes, ya que William Wallace procedía de una familia noble, sino que además se producen errores de vestuario ya que en la época de la revuelta escocesa los soldados no llevaban ese Tartán característico que se popularizó 300 años después. Además, la pintura azul de guerra utilizada por Celtas y Pictos, ya había caído en desuso en el siglo XIII.

El segundo problema de las películas históricas pasa por aceptar los únicos recursos literarios y pictóricos que tenemos como reflejo de lo que realmente ocurrió en siglos anteriores. Ello, sin tener en cuenta que los discursos de la historia están hechos por lo vencedores, y que no es infrecuente, que aquellos que vencían manipularán la historia para presentar una visión maniqueísta de lo ocurrido. En el cine, nos encontramos con escasos ejemplos que intenten salvar este obstáculo y que sustituyan la simplicidad de un historia por el esfuerzo pseudo-periodístico de abarcar distintos puntos de vista: “Banderas de nuestros padres” y “Cartas desde Iwo Jima” dirgidas por Clint Eastwood, intentan mostrar la batalla de Iwo Jima desde el punto de vista americano y desde punto de vista japonés.

Aprovechamiento del cine y solución
A pesar de los problemas que nos presentan las adaptaciones cinematográficas, historiadores como R. J Raack señalan la necesidad de que la historia aproveche este formato:

“las imágenes son más apropiadas para explicar la historia que las palabras. La historia escrita convencional es incapaz de mostrar el complejo y multidimensional mundo de los seres humanos. Sólo las películas pueden aproximarnos a la vida real”. R.J. Raack

Además el cine es la forma de llevar sucesos que ocurrieron hace varios siglos a la actualidad de los jóvenes. La solución al problema según Abraham Zylberman, profesor de Historia y Ciencias Judaicas, sería que las productoras señalarán claramente qué tipo de documento cinematográfico presentan: una ficción histórica o una reconstrucción histórica. Según A. Zylberman “Las primeras son las que evocan un pasaje de la historia o se basan en personajes históricos con el fin de narrar un acontecimiento pasado, aunque el enfoque histórico no sea tan riguroso, acercándose más a la leyenda o al carácter novelado del relato”. En el segundo caso, “Los filmes de reconstitución histórica son aquellos que –con voluntad directa de “hacer historia”– evocan un período o hecho histórico, reconstruyéndolo con más o menos rigor, dentro de la visión subjetiva de sus autores”.

“No sé por qué no se sigue el justo medio; el hombre inteligente va más allá, y el imbécil se queda más acá”. Confucio

martes, 10 de marzo de 2009

España y Grecia se preparan para frenar el saqueo marítimo de sus restos arqueológicos

Cada año, países con yacimientos arqueológicos, pierden miles de millones de euros y riquezas de su pasado histórico en saqueos marítimos ilegales. Esto se debe a la inactividad estatal marcada por vacíos legislativos y la falta de inversión. España y Grecia se preparan para frenar el saqueo mientras se establece una legislación que delimite claramente las competencias de cada institución en este campo.

La preocupación en España por parte de los arqueólogos en cuanto a la protección del patrimonio cultural marítimo se convirtió en un debate social a partir del caso Odissey en 2007. Según este caso, la compañía estadounidense Odissey Marine Exploration habría encontrado en aguas españolas un pecio de nacionalidad desconocida. Las 17 toneladas de monedas de oro y plata encontradas en su interior estaban valoradas en 370 millones de euros, lo que originó un enfrentamiento judicial entre el gobierno español y la compañía “caza tesoros”.

Actualmente el caso se encuentra abierto bajo un proceso judicial llevado por el tribunal de Tampa. El viernes 7 de Marzo de 2009, el tribunal rechazó la petición del gobierno español de recibir información más detallada sobre el barco encontrado. España confía en ganar el caso debido a la confirmación, por parte del abogado del Estado Español James Goold, que el pecio podría ser el barco “Nuestra Señora de las Mercedes”, perteneciente a la Armada Española, y que se habría hundido en octubre de 1804.

España intenta luchar contra el expolio marítimo mediante acuerdos internacionales, para fortalecer al Estado en este aspecto, y actividades paralelas como el
“proyecto Poseidón”, iniciado en 2004. Este proyecto supone la instalación en aguas españolas de la “boyas Poseidón” capaces de comunicar de inmediato si hay un barco, si hay buzos o si existe contaminación de las aguas. Con estas iniciativas España intenta salvaguardar restos arqueológicos en sus aguas que podrían estar valorados en 116.000 millones de euros según afirma el presidente de la FIPDA (Fundación Internacional para la Protección y Difusión del Arte) y director del "Proyecto Poseidón", Gonzalo-Millán del Pozo.

En Grecia, uno de los países con más saqueos marítimos, se establece la pertenencia al Estado de los hallazgos realizados en el mar según la “ley griega de antigüedades” de 1932. Sin embargo, en 2007 se constituyó una nueva ley por la que se establece la apertura de gran parte de los 15.000 Km de costa para el buceo libre, excepto en 100 yacimientos arqueológicos ya conocidos. Todo ello con la intención de atraer a más visitantes, lo que ha provocado que algunas empresas turísticas intenten atraer al viajante bajo la promesa de encontrar restos de la Grecia Antigua (www.scuba-greece.com). Tanto el sindicato de arqueólogos griegos como diversas sociedades ya han pedido que se derogue la ley.

“Es bueno tener turismo, pero tenemos que proteger las antigüedades. No todo buzo es un traficante ilegal (…), pero debemos asegurarnos que estos tesoros permanezcan para generaciones futuras”.
Katerina Dellaporta, directora de antigüedades del Ministerio de Cultura heleno.

Además de combatir el latrocinio, los Estados se ven obligados a comprar los restos arqueológicos encontrados en sus costas para impedir que caigan en manos privadas (en 2005, el Estado Griego pagó 440.000 euros a un pescador por un torso femenino hallado en la isla de Kalymnos).

“Cada uno de nosotros sólo será justo en la medida en que haga lo que le corresponde”. Sócrates