La Comunidad de Madrid rinde homenaje a los héroes del 2 de mayo
Nada tiene que ver el 2 de mayo de 1808 con el 2 de mayo de 2009. Todo es distinto. Pero bajo esa distinción todos recordamos lo que ocurrió ese día. Los conocimientos sobre el mismo son dispares, pero la percepción de cualquiera se asemeja a la común: ¡Echamos a los franceses!, dicen unos; ¿Para qué?, responden los otros. La coincidencia de estos actos conmemorativos con la celebración musical del Festimad, tiñieron las calles madrileñas de color, música y gentío. ActaDiurna estuvo en el acto oficial celebrado por la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol.
Trailer: “Sangre de mayo”
Por Alejandro Parrilla (ActaDiurna en CeroPretensiones)
Son las 11:00 de la mañana. El sol es el mejor colocado. Muchos se acobijan en la sombra esperando el momento del desfile, el pregón, o cualquier famoso que se preste a sus fotografías. Saben que no van a ver nada, aún así, esperan oir de lejos e imaginar de cerca lo que ocurre. Los fanáticos matutinos de estos actos aguardan aferrados a las verjas que delimitan el trazado del desfile. Da igual que haga sol, sombra, truene o nieve; ellos han esperado demasiado como para abandonar. Nadie recuerda desde que hora se han poblado las gradas o si ya se han construido con las butacas ocupadas. Gentes de todo tipo y procedencia colman la Puerta del Sol. Algunos parecen esperar días como estos durante todo el año. Un hombre, vestido con pantalón blanco, chaqueta y camisa blancas, corbata roja y sombrero aún más blanco ameniza la espera a cualquiera que se frena o le frena para hablar con él. Pero nadie llama la atención sobre nadie en la Puerta del Sol. Muchos improvisados juglares, marcados por su avanzada edad, cuentan historias de su pasado a sus nietos o a sus amigos al son de “Recuerdo yo que...”. Hoy no hay partida de mus.
Una mezcla heterogénea de turistas hacen su particular desfile en distintos batallones. El escuadrón japonés luce sus nuevas máquinas fotográficas. No preguntan, no hablan, sólo disparan sus fotos a lo primero que se mueve. La compañía germanófona abre el paso con sus trabajadas barrigas a golpe del sonido de las jarras de cerveza. Algunos grupos de élite buscan un hueco entre los hierros de las gradas para lanzar una foto. Los pocos descendientes de Murat que se encuentran en el centro de Madrid, pasan desapercibidos entre la maraña humana. No hay ningún chino.
Puerta del Sol: Celebración del 2 de mayo.
La Casa de correos se ha adornado con las obras de Goya que nos recuerdan a todos que hoy es un día para celebrar, pero sobre todo para honrar y recordar. Son las 11:50 de la mañana. Diez minutos para que comience el acto oficial. El nerviosismo se apodera de la gente. Cada vez se aprietan más. Los de adelante se quejan: ¡Dejad de empujar! Los de atrás se requejan: ¡No vemos nada! Los de en medio no dicen nada. Quizá ya no respiren. Mientras, los que se sientan en la grada lanzan miradas de ricos burgueses a los que se agolpan debajo, sin pensar que su renovada posición tiene como mérito tres horas más de espera.
Un hombre empieza a hablar. Al grito de “¡Ya comienza!”, todos se colocan en sus puestos. Parece ensayado. Los exhaustos que están delante se apoyan sobre las vallas. La diferencia de altitud generacional forma un acompasado público, que como los hermanos Dalton, se colocan por orden de talla. Los mayores delante, los jóvenes en medio, los pocos adolencentes que asisten detrás; y escoltando a todos se encuentran los europeos nórdicos, o eso me parece, con sus conversaciones intramuros, con sus cámara de última generación, pero sobre todo, con sus 10 centímetros de diferencia con respecto al resto. Los bajitos rezagados hacen uso de la picaresca para buscar entre las primeras filas, y a base de codazos y "por favores", a familiares o amigos imaginarios.
Puerta del Sol: Celebración del 2 de mayo.
El orador, una voz en off para la mayoría, sigue narrando los sucesos que acontecieron hace ya más de doscientos años. Suena el himno nacional. La mayoría guarda silencio. El ambiente, su silencio, el himno, el orgullo contenido, el concepto de nación, son las armas de antaño. A lo lejos, por la carrera de San Jerónimo retruenan las trompetas y pasos militares. La gente esprime hasta su última vértebra para lograr crecer unos centímetros más. Las puntillas de los pies también ayudan. Toman el primer paso la unidad de Alumnos de las Brigadas de Seguridad de la Comunidad de Madrid (BESCAM). Parecen nerviosos. Unos pocos les aplauden. Otros guardan silencio. La mayoría continúa intentando encontrar su sitio. La Polícia Municipal y la Guardia Civil les siguen un poco más seguros de sí mismos. Unos pocos militares anuncian lo que vendrá a continuación. El orador sigue con su relato heróico, tanto de contenido como de forma; los soldados gritan “¡Viva!” a todo lo que les mandan. En una maniobra de formación, un joven se equívoca, su oficial le corrige. Algunos se ríen, él se sonroja.
Participantes en el desfile:
Compañía del Colegio de Guardias Jóvenes de la Guardia Civil.
La Policía Municipal de Madrid.
Unidad de Alumnos de las Brigadas de Seguridad de la Comunidad de Madrid (BESCAM).
Policía Nacional
Guardia Civil
Batería del regimiento de artillería antiaérea número 71 con escuadra de batidores, banda de guerra y estandarte del regimiento
Los comentarios entre la gente son diversos. Los madrugadores muestran su orgullo patrio con historias de la guerra más antipatriota que vivieron hace 70 años. Los hijos de los mismos muestran su patriotismo caducado con comentarios incendiarios como: “Mira el ejército, en las fronteras tenían que estar para que no pasase ninguno, ni chinos, ni ná”. Los jóvenes de atrás muestran su escepticismo bajo la omisión de cualquier comentario y miran al frente como quien ve una obra de teatro gratis. Todos quedan unidos por la proximidad del encuentro futbolístico Real Madrid – Barcelona. La batallas del siglo XXI son las batallas deportivas. Todo el mundo parece estar de acuerdo en que ganará el Real Madrid. Los turistas, orgullosos de su condición, siguen lanzando fotos aun no desfilando nadie. Los regimientos vuelven hacia San Jerónimo para bajar más tarde con aquellos que no desfilaron.
Puerta del Sol: Celebración del 2 de mayo.
La Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, realiza una ofrenda floral a la placa que conmemora el levantamiento del 2 de mayo, y a la placa que recuerda a los fallecidos en el atentado del 11 de marzo. El enemigo de nuestra era es el terrorismo, un enemigo que no entiende de fronteras, al que no le hace falta ningún tratado de Fontainebleau para traspasar límites territoriales. El acto transcurre bajo el respeto de los ausentes. Los que no están en la Puerta del Sol, se concentran en la Plaza Dos de mayo para rendir homenaje a los mismos de distinta forma. Como si se tratara de los absolutistas y los afrancesados, unos por lado y otros por el otro lado. Ligeros pero apasionados aplausos clausuran el lucimiento de las autoridares presentes.
Los que antes desfilaron para abajo y para arriba, vuelven a bajar. Ahora les acompaña el Regimiento de artillería número 71 que muestra orgulloso sus misiles antiaéreos para el deleite de los más jovenes y la crítica perpetua de los más mayores: “Buah, Tenían que ver estos los carros que nosostros teníamos (refiriéndose a la guerra civil)”.
Así veían dos autores de la historia lo que ocurrió en 1808: “La lucha, mejor dicho, la carnicería era espantosa en la Puerta del Sol. Cuando cesó el fuego y comenzaron a funcionar los caballos, la guardia polaca llamada noble, y los famosos mamelucos cayeron a sablazos sobre el pueblo”. 19 de Marzo y 2 de Mayo; Benito Pérez Galdós
“A su alrededor, espantado, el presbítero escucha el clac, clac, clac, de innumerables navajas que se abren. Cachicuernas albaceteñas de siete muelles, con hojas de entre uno y dos palmos de longitud, que los hombres sacan de las fajas, de los bolsillos, de bajo los capotes y las chaquetas, y con ellas en las manos se lanzan ciegos, gritando encolerizados, al encuentro de los jinetes que avanzan”. Un día de cólera; Arturo Pérez-Reverte.
Fusilamientos del 2 de mayo. Cuadro de Goya.
El último paso oficial que se introduce en la Casa de Correos da a los no oficiosos el pistoletón de salida para disfrutar de las fiestas que se presentan a lo largo del puente de mayo. Dentro de la misma los gobernantes y distinguidos beben , comen y hablan, tanto o menos que los que se quedan fuera. Nadie discute sobre los nuevos Daoiz y Velarde de la sociedad, encarnados en empresarios y artistas. El único debate que se permite ahora es el fútbol.
Acongojado por aquellos que esperaban en estas líneas no una crónica de lo ocurrido en 2009, sino un reportaje sobre lo acontecido en 1808, desde ActaDiurna nos comprometemos a hacer nuestro pequeños homenaje a Daoiz, Velarde, Malasaña, Juan P. Villamil, Clara del Rey y a todos los combatientes del Dos de Mayo en un reportaje próximo.
Documental: “2 de mayo” emitido por Telemadrid.
«Serán arcabuceados todos cuantos durante la rebelión han sido presos con armas».General Francés Emmanuel, Marqués de Grouchy
ActaDiurna es una sección de CeroPretensiones en la que se pondrá en práctica el viejo lema griego: "hay que conocer el pasado, para entender el presente".Una sección donde analizaremos la actualidad desde una perspectiva histórica.
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